And all that jazz...

Jazz.
Jazz, jazz y mas jazz.
No para, no se detiene.
En nueva orleans los afroamericanos estan hartos de la imposicion cultural violenta, siutica, discriminadora, pisoteadora, adoctrinadora... La discriminacion constante de una clase alta, blanca, anglosajona, anquilosada, arcaista, que con sus estilos musicales no los representan, no los hacen bailar.
Entonces toman esas cornetas, esas trompetas, esos tambores, esos gritos que remontan a los tiempos de la africa antigua, y lo mezclan con la musica religiosa, la musica de la macumba, del vudu, de las misas cristianas, de los sonidos de los pantanos, de los pajaros, de la teoria musical occidental, de la teoria del candombe.
Y comienzan a tocar, a gritar, a hacer sonar todo a otra cosa.. A rellenar de ritmos sincopados los pentagramas que durante siglos habian sido el altar de los musicos doctos en su busqueda del equilibrio, en su busqueda de reencontrar el equilibrio perdido en la antiguedad...
Pero ellos no buscan el equilibrio blanco, de salones y fracs... No, el jazz llega a llenar esos pentagramas sagrados con notas en todas las formas y colores, en cadencias que destruyen toda idea de "armonia docta"... Ellos los llenan y a la vez los dejan vacios... Para llenarlos de alma, de improvisacion, de gritos.
El jazz sigue, no se detiene, avanza, grita, se expresa, patalea, pasan las decadas y sus primeros proceres mueren en el olvido del "mainstream".
Pero la lucha sigue, en ningun momento para, porque hay ritmo, porque hay ganas, porque hay talento.
Y entonces el jazz sigue siendo musica Under, pero musica under que pasa de nueva orleans a todos los estados unidos, que reta al ku klux klan al rostro mientras los santos marchando van... Y no para, y sigue, y se toma los clubes, y el swing ya no es un acto contracultural negro, es la musica que TU VAS A BAILAR PORQUE NO EXISTE NADA PARECIDO.
Y el tercer reich en alemania lo persigue al mismo tiempo que a los judios, y miles de piras de discos arden en las calles de Berlin... Y los campos de concentracion estan repletos de Jazzistas.
¿Y se va a terminar asi?
Preguntenle a Billie Holiday, a Louis Armstrong, a Nat King Cole... Y tambien preguntenle a Sinatra, que con sus ojos azules canta jazz como pocos.
Y en el 45 suena en todo el occidente el ritmo del jazz, sobre las ruinas del reichstag un soldado americano pone una radio a transistores que toca a Louis Armstrong.
Y no para, no piensa parar, ahora que piensas que va a parar, como un baile de salon, como un momentito de lounge, cuando parece aburgesado a fines de los cuarenta... ¡Los escupe en la cara!
Y entonces tienes a Dizzy Gillespie, a Art Blakey, a un joven miles davis haciendo sus primeras armas a fines de los 40 y principios de los 50... Con una sola gran consigna.
HARD-BOP.
Porque el jazz esta amanerado, porque el jazz esta perdiendo alma -HARD BOP- porque hay que golpear los tambores -HARD-BOP- porque hay que hacer sonar las trompetas hasta escupir los labios a pedazos -HARD BOP- porque hay que tocar... Una noche en Tunisia, mas fuerte, mas rapido, con fuerza, porque el jazz no es un placer de salon, porque el alma es lo que lleva el bajo y no lo contrario.
Y por sobre todo, porque nada ha cambiado en el mundo, y la discriminacion persiste, y el jazz no va a terminar como musica para tomar martinis.
Porque Autumn Leaves nunca habia sonado mejor que cuando la tocaron Adderley, Miles y Blakey.
Porque siempre podemos tocar mas alto.
Porque siempre podemos improvisar.
Porque el jazz no solo se toca, se improvisa, y nunca es dos veces igual.
Y no para, no para en ningun maldito momento, no paro antes, ni entonces, ni ahora, ni en el futuro.
Y son los cincuenta, y se acaba el apartheid a ritmo de jazz, y son los tiempos de Coltrane, de Miles, de Lee Morgan, de the jazz messengers, y el beatnik cultiva la poesia con el jazz, y cultiva el ritmo con la reivindicacion racial, por el fin de las razas.
Y no pasa mucho tiempo antes que se unan a la batalla del jazz los latinos, se unan con una fuerte armada de latin jazz... De Pete Escovedo, de Arturo Sandoval, de Gato Barbieri, de Tito Puente... De los sabores latinos de la salsa, del merengue, de la cumbia, del tango, de la samba, del flamenco, de todos los sonidos en comun de los campos, de los pantanos, del amazonas, del caribe, de latinoamerica una sola bajo el ritmo sincopado y sin mas colores que el de la bandera improvisada, la bandera de fuerza del jazz.
No para, no para porque desde entonces ya no va a parar, porque cada año se integran nuevos ritmos a la batahola sincopada y sin precedentes, porque luego son los gitanos, y luego hay muchos y muchos europeos, y muchos africanos, y asiaticos, y por todas partes... Cada uno a su forma, cada uno a su estilo, todo en la misma banda.
Y siempre falta espacio, para el bossa nova, para el cool jazz, para el hard bop, para el big band, para el jazz fusion, incluso para el nu jazz electronico, aun asi falta espacio.
Como falta para nombrar a Dave Brubeck, a Chick Corea, a Ivan Lins, a Lee Morgan, a Max Roach, a Charles Mingus, a Claude Bolling, a Miles y tambien a miles mas... Que no paran, que siguen saliendo, que no van a dejar de salir.
Porque el jazz no para, el jazz sigue golpeando, y una vez que lo invitas a pasar a tu pecho, no te abandona nunca.
Porque es una revolucion, una revolucion constante que se autorevoluciona, que no se amolda, que siempre avanza, siempre cambia, que no necesita de parafernalia para golpear, que le basta uno, dos, tres, los que sean tocando con espiritu y con fuerza.
Y va a seguir, va a seguir sonando.
Y, ah! Por cierto!
ba ba ba re bop!
3 comentarios
So -
PicLe -
Puede que no sepa que soy, pero se perfectamente que el jazz me mentiria a la cara y no me importaria.
El Pansho -
Shupoalo